PROPOLEO POLVO 70%

Precio Q. 1,112.00 / kg


El propóleo es una sustancia que obtienen las abejas de las yemas de los árboles y que luego procesan en la colmena, convirtiéndola en un potente antibiótico, con el que cubren las paredes de la colmena, con el fin de combatir las bacterias, virus y hongos que puedan afectarla.
El propóleo tiene materias colorantes, los flavonoides, que son las más activas en la función antiséptica. Además de esta sustancia, contiene resinas y bálsamos (un 50%), cera de abeja (un 30%), aceites esenciales (un 10%), polen y diversos materiales minerales: aluminio, plata, bario, boro, cromo, cobalto, estaño, hierro y muchos otros. También contiene provitamina A y vitaminas del grupo B, especialmente B3.
Entre las propiedades medicinales que se le reconocen a este producto están:
• Antibióticas (bactericida y fungicida).
• Antivirales.
• Antitumorales.
• Cicatrizantes.
• Antiinflamatorias.
• Analgésicas.
• Antialérgicas.
• Epitelizantes.
• Anestésicas.
• Inmunoestimulantes.

https://medlineplus.gov/spanish/druginfo/natural/390.html

PROPOLEO
(Propolis)

Droga: Propoleo purificado, desecado y pulverizado

Descripción: sustancia resinosa, balsámica, de color verde pardo, castaño o incluso casi negro, dependiendo de su origen botánico. Tiene sabor acre, frecuentemente amargo y olor agradable y dulce, produciendo una fragancia de resinas aromáticas.

Es un producto apícola que las abejas recolectan de las resinas y secreciones. Lo usan como material de construcción que protege a la colmena y como medio de conservación de carácter antimicrobiano.

Existen dos teorías sobre la procedencia del propóleo procesado por estos insectos. Una dice que el propóleo es recolectado por las abejas que tienen una edad de 15 días o más, que con sus mandíbulas, toman las partículas resinosas que hay sobre las yemas de diferentes plantas como el álamo, sauce, abedul, aliso, castaño silvestre, pino, enebro y algunas plantas herbáceas. Después de sujetar la partícula resinosa, la abeja mueve hacia atrás la cabeza hasta que logra desprenderla, almacenándola con sus patas en los cestitos de polen. Las enzimas de su boca participan también en la operación para evitar su adherencia. Cuando llega a la colmena con la carga, otras obreras le ayudan a descargar el propóleo, operación que dura varias horas. Si el material no es bastante maleable, la abeja recolectara se instala en la piquera, donde espera a que el calor del sol ablande la carga y pueda desprenderse mejor de ella.

La segunda teoría, propone que el propóleo es un producto resultante de la digestión del polen, proceso que tiene lugar en un pequeño órgano que la abeja posee entre el buche y el intestino medio.

Composición: aunque la composición del propóleo es un muy compleja, puede resumirse globalmente de la manera siguiente: resinas y bálsamos (50–55%), cera (23–35%), aceites volátiles (10%), polen (5%) y sustancias orgánicas y minerales (5%).

Entre los ácidos orgánicos, se encuentran el acido benzóico, ácido gálico, ácidos-fenoles (ácido caféico, ácido cinámico, ácido fenílico, ácido isofenílico, ácido p-cumarínico), aldehídos aromáticos (vainillina, isovainillina) y cumarinas (esculeto, escopoletol). Es rico en minerales, tales como aluminio, plata, bario, boro, cromo, cobalto, cobre, estaño, hierro, magnesio, manganeso, molibdeno, níquel, plomo, selenio, silicio, estroncio, titanio, vanadio y cinc y en vitaminas (provitamina A, vitamina B3, otras del grupo B).

Propiedades: al propóleo se le atribuyen efectos antibióticos y antiinflamatorios. Utilizado como un remedio para las infecciones de la piel, llagas y supuraciones.

Indicaciones: antibacteriano, bacteriostático, anestésico, cicatrizante, antiinflamatorio, acción positiva sobre los mecanismo inmunológicos, antifúngico. Tratamiento de la aterosclerosis, anemias, afecciones respiratorias (amigdalitis, faringitis, laringitis, gripe, sinusitis, rinitis alérgica, traquitis, bronquitis, asma bronquial, neumonías crónicas, tuberculosis pulmonar, otitis), gastrointestinales (colitis, colibacilosis, diarrea, enteritis, gastritis, uretritis, úlceras) y genitourinarias (lesiones anales, micosis, vaginitis, tricomonas, cándida, prurito y tricofita)

Precauciones y efectos adversos: un pequeño porcentaje de la población es alérgica al propóleo y a cualquier otro producto apícola.


Referencias:
Alvarez, JD, J. Granadillo y C. Tabio C.
1985 La cromatografía en capa delgada como método para la clasificación del propóleo cubano. Ciencia, tecnología agrícola y apicultura. pp. 51–60. Cuba.

Barberán, F.A, C. García Vigueras, PV. Oliver y F. Ferreres.
1994 Phytochemical evidence for the botanical origino f tropical propolis from Venezuela. Phytochemistry: 324–334. Venezuela.